ROMANCE DE DON GAIFEROS DE MORMALTÁN
Adónde va aquel romero, mi romero adónde irá,
camino de Compostela, no sé si allí llegará.
Los pies cubiertos de sangre, ya no puede más andar.
Pobrecito, pobre viejo, no sé si allí llegará.
De largas y blancas barbas, ojos de dulce mirar,
ojos tristes, leonados, verdes como agua de mar.
“¿Adónde vas, peregrino, adónde quieres llegar?”
“Camino de Compostela, donde yo tengo mi hogar.”
“Compostela, esa es mi tierra, la dejé siete años ha,
reluciente en siete soles, brillante como un altar.
Ven mi romero conmigo, juntos hemos de marchar,
yo a la Virgen canto trovas, la Virgen de Bonaval.”
“Yo me llamo don Gaiferos, Gaiferos de Mormaltán,
si ahora no tengo fuerzas, mi Santiago me dará.”
Llegaron a Compostela, fueron a la Catedral,
y de esta manera habló Gaiferos de Mormaltán:
“Gracias mi señor Santiago, a tus pies me tienes ya,
si quieres tomar mi vida, ya me la puedes quitar,
que yo moriré contento en tu santa Catedral.”
El viejo de barbas blancas cayó mirando el altar,
cerró los sus ojos verdes, verdes como agua de mar.
El obispo que esto oyó, allí lo mandó enterrar
Y así murió, mis señores, Gaiferos de Mormaltán.
Este es un de los milagros que Santiago sabe obrar.
* Romance jacobeo del ciclo carolingio. Guillermo X, último duque de Aquitania, peregrinó a Compostela en 1137, falleciendo ante el altar del apóstol el día de Viernes Santo. El códice Calixtino cita la peregrinación del duque bajo el nombre caballeresco de Gaiferos de Mormaltán.
camino de Compostela, no sé si allí llegará.
Los pies cubiertos de sangre, ya no puede más andar.
Pobrecito, pobre viejo, no sé si allí llegará.
De largas y blancas barbas, ojos de dulce mirar,
ojos tristes, leonados, verdes como agua de mar.
“¿Adónde vas, peregrino, adónde quieres llegar?”
“Camino de Compostela, donde yo tengo mi hogar.”
“Compostela, esa es mi tierra, la dejé siete años ha,
reluciente en siete soles, brillante como un altar.
Ven mi romero conmigo, juntos hemos de marchar,
yo a la Virgen canto trovas, la Virgen de Bonaval.”
“Yo me llamo don Gaiferos, Gaiferos de Mormaltán,
si ahora no tengo fuerzas, mi Santiago me dará.”
Llegaron a Compostela, fueron a la Catedral,
y de esta manera habló Gaiferos de Mormaltán:
“Gracias mi señor Santiago, a tus pies me tienes ya,
si quieres tomar mi vida, ya me la puedes quitar,
que yo moriré contento en tu santa Catedral.”
El viejo de barbas blancas cayó mirando el altar,
cerró los sus ojos verdes, verdes como agua de mar.
El obispo que esto oyó, allí lo mandó enterrar
Y así murió, mis señores, Gaiferos de Mormaltán.
Este es un de los milagros que Santiago sabe obrar.
* Romance jacobeo del ciclo carolingio. Guillermo X, último duque de Aquitania, peregrinó a Compostela en 1137, falleciendo ante el altar del apóstol el día de Viernes Santo. El códice Calixtino cita la peregrinación del duque bajo el nombre caballeresco de Gaiferos de Mormaltán.
El famoso don Gaiferos de Mormaltán, que según el romance falleció en la Edad Media en la Catedral compostelana tras completar la peregrinación, era el Duque Guillermo X de Poitou, X Duque de Aquitania y Conde de Vienne.
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